Con el crecimiento del servicio de factoring, es fundamental comprender qué regulaciones existen en este mercado para que realices tus operaciones de forma segura y eficiente. Por eso en el siguiente artículo podrás conocer todo el marco legal relacionado al producto de factoring.
El servicio de factoring se conoce en Chile desde 1986, y definitivamente, llegó para quedarse. Desde entonces, la industria ha crecido y cada vez más empresas prefieren esta opción de financiamiento para anticipar el pago de sus facturas a plazo de 30 días o más. De esta manera, pueden agilizar sus pagos pendientes, mejorar su flujo de caja, gestionar sus negocios o entre otros beneficios que entrega la herramienta financiera.
Esta industria ha necesitado de ciertas normas legales para regularizar el proceso financiero, y así ofrecer un servicio más seguro a sus clientes. Por eso, es esencial que las conozcas para que también seas crítico al elegir una institución financiera y cómo se realiza el proceso, como la prevención de riesgos, el mecanismo de cobranza, entre otros.
Ahora bien, no existe una "ley factoring" como tal, pero sí hay legislaciones que se asemejan al producto y colaboran a su regularización, según el Gerente de Operaciones y Administración de Factoring Security, Gabriel Becerra. A continuación, podrás encontrar el marco legal en el que funciona e factoring.
Esta ley permite que las empresas puedan vender sus facturas (que representan dinero que se les debe) a otras entidades, tal como empresas de factoring, y así obtener dinero en efectivo de forma más rápida. El término de "Mérito Ejecutivo" hace referencia a que la copia de la factura tiene el mismo valor legal que un documento de deuda, justamente para que las empresas de factoring puedan realizar el proceso de cobranza de las facturas.
Esta nueva ley se enfoca en proteger a las empresas de menor tamaño y establecer un plazo máximo de pago, y así fomentar una competencia más justa en el mercado. Así, establece que el plazo máximo para pagar una factura emitida por una empresa menor a una empresa mayor no puede superar los 30 días, por lo que se busca garantizar que las Pymes reciban sus pagos oportunamente y puedan seguir desarrollando sus negocios.
Este aspecto, se enfoca en facilitar la factorización de facturas para las pequeñas y medianas empresas. Asimismo, prohíbe que las empresas incluyan cláusulas en sus contratos que impidan a sus proveedores vender sus facturas a una empresa de factoring. De esta forma, las Pymes tienen más oportunidades de acceder a otra opción de financiamiento, como el factoring.
Esta ley establece un plazo máximo de 30 días para que las empresas paguen las facturas desde que la reciben. Aunque el plazo es de 30 días, la ley contempla excepciones para ciertos contratos o servicios, así como un acuerdo por escrito, en el que las partes pueden acordar un plazo mayor, siempre que esté justificado. Así, se evita que las grandes empresas demoren excesivamente en pagar a las pequeñas.
El producto de factoring también necesita documentos que se relacionan al Servicio de Impuestos Internos (SII). Se trata de circulares, es decir "documentos emitidos por el Servicio de Impuestos Internos en que se abordan todas aquellas informaciones, instrucciones e interpretaciones administrativas, dirigidas al público general o contribuyentes, así como a los funcionarios del SII acerca del criterio que se aplicará en el cumplimiento de una ley", según el mismo portal del SII.
En resumen, las circulares funcionan como una guía práctica para que las empresas sepan cómo utilizar correctamente las facturas electrónicas y aprovechar los beneficios tributarios que ofrecen.
Esta circular fue un hito en la digitalización de los procesos comerciales, ya que estableció las bases técnicas para la cesión electrónica de créditos contenidos en facturas electrónicas y su registro en un sistema público. De esta manera, se buscaba modernizar y simplificar los procesos de cesión de créditos, que tradicionalmente se realizaban de manera física y burocrática, incluyendo los archivos electrónicos, el registro público y los requisitos para la cesión.
Su objetivo es simplificar la cesión de créditos contenidos en facturas electrónicas. En un comienzo, la Circular n°23 había establecido que, al ceder el derecho a cobrar una factura electrónica, era obligatorio incluir una imagen digital de la factura original en el archivo electrónico de cesión. Esta imagen debía ser una representación exacta de la factura impresa y se solicitaba en formato PDF. Sin embargo, la Circular n°27 modificó este requisito, haciendo que la inclusión de la imagen de la factura en formato PDF sea opcional.
Es una normativa que establece las reglas claras y precisas para realizar la cesión de créditos contenidos en una factura electrónica. Es decir, indica cómo una empresa puede transferir a otra el derecho a cobrar el monto adeudado por una factura electrónica. Así, incluye los requisitos para la cesión de facturas para el cedente y cesionario, el procedimiento de anotación, las correcciones y revocaciones, y la derogación de circulares anteriores.
Luego de que se introdujeran modificaciones a la Ley de Mérito Ejecutivo, se emitió la Circular n°4, que ha tenido por objetivo establecer los requisitos mínimos que deben cumplir las facturas para ser válidas a efectos tributarios y permitir el uso del crédito fiscal. Si no se cumplen estos requisitos, la empresa podría tener problemas con el SII y perder el derecho a deducir el IVA pagado.
Ahora bien, también existen las resoluciones relacionadas al proceso de factoring, que son las decisiones tomadas por el director nacional o los directores regionales del SII, que fijan el sentido y el alcance de la Ley tributaria.
Marcó un hito en la historia de la facturación en Chile, ya que sentó las bases para la implementación de la facturación electrónica. Así, esta resolución estableció las normas y procedimientos generales para la emisión de documentos tributarios electrónicos. Con esto se presentaron muchos cambios, así como la definición de documentos tributarios electrónicos (DTE), los requisitos para ser emisor electrónico, los procedimientos para emitir DTE, las obligaciones de los emisores electrónicos y la interoperabilidad (comunicación entre actores involucrados en las transacciones)
Esta resolución introdujo un cambio significativo en la forma en que se emiten las facturas y otros documentos tributarios en el país. Su principal objetivo fue modernizar el sistema de facturación y fortalecer el mecanismo de cobranza ejecutiva asociado a estos documentos. Por eso, se estableció la obligatoriedad de incluir una tercera copia en las facturas y otros documentos tributarios, denominada "cobro ejecutivo-cedible". Esta copia incluía una leyenda específica que otorgaba a este documento un carácter ejecutivo, facilitando su cobranza en caso de incumplimiento.
Como complemento de la Resolución n°14, este aspecto también busca modernizar el sistema de facturación en Chile, pero además se enfoca en aclarar y ajustar ciertos aspectos relacionados con la implementación de la tercera copia de las facturas con carácter de cobro ejecutivo-cedible. De esta manera, su objetivo es facilitar la transición hacia el nuevo sistema de facturación y evitar generar cargas administrativas innecesarias para los contribuyentes.
Finalmente, la ley más actualizada que regula la función de esta opción de financiamiento es la conocida Ley Fintech 21.521 (2023) que, justamente, nació de la combinación de las Finanzas (Fin) y Tecnologías (Tech). Esta idea representa la promoción de la competencia a inclusión financiera a través de la innovación y tecnología en la prestación de servicios financieros, mientras que impone mayor regulación y transparencia en las empresas de factoring.
Por ello, los clientes de este tipo de instituciones cuentan con distintos beneficios que harán mucho más eficiente su consumo, así como:
De esta manera, existen empresas que representan un crecimiento tecnológico sobre el servicio que ofrecen. Por ejemplo, Factoring Security desde 2021 ha incluido una plataforma 100% online, AutoFactoring, donde los clientes pueden auto atenderse y cursar sus facturas para simular, cotizar, o directamente, obtener su liquidez en breve.
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